Trucos para preparar platos más ligeros y saludables
A diario se realizan investigaciones que confirman la necesidad de lograr una alimentación más equilibrada para conservar la salud.
Sin embargo, muchos piensan que, para preparar platos sanos, es necesario invertir una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y hasta dinero, pero la realidad es otra.
En este sentido, existen ciertos trucos fáciles, económicos y rápidos que nos ayudan a elaborar comidas más ligeras y saludables y que, a continuación, se describen:
Trucos para entrantes más ligeros
Entremeses más sanos. Sacar una fuente repleta de embutidos es un opción, pero si preparas un sencillo plato de espárragos les sorprenderás. Colócalos en la bandeja del microondas formando una estrella, añade un poco de agua para generar vapor y tápalos. Están deliciosos y sólo tardas diez minutos.
Canapés Nght. En lugar de comprar tartaletas y hojaldres en una pastelería, prueba a hacerlos tú. Compra pan integral y coloca encima unas lonchas de pavo con queso. Evita la mantequilla; mejor rocía el pan con unas gotitas de aceite de oliva.
Bocaditos de garbanzos. Dale un toque original al aperitivo: mezcla en un bol los garbanzos con harina integral y ajo picado. Añade un poquito de margarina y fríelos en un poco de aceite muy caliente hasta que queden crujientes.
Trucos para que los primeros platos sean más digestivos
Sopas en su punto. Para que las sopas, cremas y purés no queden excesivamente saladas o sosas, no debes salarlas hasta el momento de servirlas, porque si cuecen pierden líquidos y se pasan de cocción.
Verduras con color Es una lástima que prepares una ensalada con mimo y tesón y que al sacarla a la mesa la lechuga esté marrón. En lugar de hervir las coles de Bruselas, córtalas en trozos y saltéalas en aceite de oliva, así mantienes su textura y, además, potencias su sabor. En el caso de las espinacas, sumérgelas poco a poco en agua hirviendo, así no baja la temperatura, que es lo que provoca la decoloración.
Legumbres con más sabor. Si vas a hervir guisantes o judías (en agua fría), añade una ramita de menta al agua. Los tomates asados te quedarán deliciosos si agregas 1 cuch. de azúcar en su interior o en el líquido que suelta mientras se cocinan.
Caldos sin grasa. En casi todos los caldos de aves, carne o pescado queda una capa de grasa en la superficie que conviene eliminar. Pasa la espumadera o una servilleta de papel absorbente por la superficie tantas veces como sea necesario para desgrasar el guiso.
Pastas al dente. Para que no se rompa la pasta rellena, como los raviolis, usa una espumadera plana o una cuchara de madera agujereada para sacarlas del agua. De esta forma eliminas también el agua que sobra. Nunca debes remojarla en agua fría. Adereza los espaguetis con azafrán, quedarán más rico y apetecibles, con un aspecto dorado.
Arroz caldoso. Un buen plato de arroz debe presentar los granos enteros, con cierta resistencia y sueltos. ¿Cómo lograrlo? Échalo cuando el agua esté hirviendo y no lo remuevas mientras se cuece. Si adviertes olor a quemado, colócalo sobre un paño húmedo y déjalo reposar 5 minutos.
¡Cocina con ajo y cebolla! Con estos dos ingredientes transformarás hasta el plato más insulso, pero para que su sabor y su olor no sean demasiado fuertes toma nota:
Pincha los dientes de ajo en un palillo, mételos en el cazo mientras esté guisando y después sácalos. Recuerda que si machacas el ajo enfatizas su sabor; si lo picas, lo suavizas.
Para que la cebolla no repita: sumérgela en agua con azúcar, en aceite de oliva o zumo de limón o déjala reposar, cubierta de sal, durante diez minutos.
Trucos para que los segundos platos sean más nutritivos
Pollo más apetitoso. Es muy socorrido preparar unas pechugas de pollo, pero para que no te quede sosísimo mete entre la carne unas rodajas de limón o de naranja. Rocíalo con aceite y mételo en el horno caliente.
Cordero original. En lugar de cocinar la pierna de cordero con agua o caldo, añádele un poco de café negro, es sorprendente lo bien que liga su sabor con el del cordero.
Carne más jugosa. Al preparar un guiso de carne, en cuadraditos, con zanahorias y otras verduras, es habitual que el líquido se consuma. Envuelve la carne con papel de cocinar, untado de margarina ligera y tapa la cacerola. Evitas que la carne se reseque al concentrarse los jugos de la cocción.
Pescado superligero. Los filetes de pescado pueden cocinarse de muchas maneras: fritos, hervidos o la plancha. Para que te salga un plato sabroso pero sin grasa, antes de poner el pescado en la sartén o en la plancha, saltea unas rodajas o láminas finas de raíz de jengibre o pon en la base unas ramitas de hinojo.
Filetes empanados. El objetivo es que queden crujientes y dorados, evitando la grasa. Así que sumérgelos en aceite muy caliente y atrévete a añadir unas virutas de almendras o almendras al pan rallado. Y escúrrelos antes de servirlos a la mesa.
Salsas naturales. Comer platos a la plancha o cocinados al vapor es muy sano, pero una de las máximas de la nutrición moderna es comer de todo de manera moderada y probar todas las técnicas que la cocina admite, aunque es importante que recuerdes que nunca debes abusar de las grasas saturadas. Debes tener en cuenta que guisar o cocer no es sinónimo de calórico. Añade a la grasa que desprenden la carne y el pescado agua o un vasito de vino, deja que espese, y si quieres echa una yema de huevo.
Trucos para postres saludables y deliciosos
La fruta es el postre preferido de las familias españolas, que lo incluyen en alguna de las dos comidas fuertes del día. Comer fruta no tiene por qué ser aburrido, prueba con estas variadas recetas:
Melocotones al horno. Mételos enteros o por la mitad, según tus preferencias, en el horno precalentado durante unos 10 minutos. No les quites la piel y déjalos cocer como máximo 5 minutos, no más. Peras en hojaldre. Corta unas cuantas tiras de la masa de hojaldre alargadas y finas, envuelve las peras con ellas formando una espiral. Rocíalas con leche y ásalas en el horno hasta que la pasta empiece a adquirir un tono dorado.
Albaricoques escalfados. Mételos en una fuente de microondas y échales por encima un poco de agua, zumo de limón o licor de frutas. Cúbrelos y cuécelos durante tres minutos. Después dales la vuelta y cuécelos durante otros dos minutos más. Sírvelos inmediatamente.
Y además… Puedes preparar manzanas rellenas, naranjas asadas con margarina y un poco de licor, plátanos fritos o piña al grill.
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