Remedios caseros para dejar de fumar
Todos sabemos que el tabaquismo o la adicción al tabaco puede perjudicar gravemente la salud al ocasionar enfermedades como el cáncer de pulmón, la bronquitis y el enfisema pulmonar.
El consumo de tabaco puede alterar, incluso, la fertilidad, dificultando el embarazo, e interferir en el crecimiento del feto durante el embarazo. Se estima que produce un 14% de nacimientos prematuros y un 10% de muertes infantiles. Existe alguna evidencia de que el consumo de tabaco puede producir impotencia en algunos hombres
El tabaco está reconocido como uno de los varios factores relacionados con un riesgo aumentado de fracturas de cadera en ancianos y es que el consumo de tabaco afecta a todos los sistemas del organismo, por lo que los fumadores suelen presentar deficiencia de vitaminas y lesiones oxidativas causadas por radicales libres. Estos son moléculas que roban electrones a otras moléculas, convirtiéndolas a su vez en radicales libres y desestabilizando las células del organismo..
Aquellas personas que dejan el cigarrillo aprecian de inmediato una serie de beneficios en su organismo como son la disminución de la presión arterial, una reducción de las probabilidades de sufrir un ataque al corazón, un mejoramiento del sentido del olfato y del paladar, entre otros y así sucesivamente el cuerpo se desintoxica y mejora gradualmente.
Se calcula que a los diez años de haber abandonado el hábito, el cuerpo casi se ha rehabilitado por completo. ¿Por qué no dar ese primer paso de inmediato? Existen varios remedios caseros y recomendaciones naturales que ayudan a dejar definitivamente este vicio. A continuación, algunos de ellos:
Remedios naturales para dejar de fumar
Remedio para dejar de fumar #1: Confeccionar cigarrillos con hojas secas de árnica o de salvia, ya que, ambas plantas presentan un efecto antagonista del tabaco, que ayudará a dejar de fumar y además, en el caso de la salvia, ayuda a habilitar las vías respiratorias.
Remedio casero para dejar de fumar #2: Consumir a diario un diente crudo de ajo, ya que rehabilita las lesiones que ocasiona la nicotina en diferentes zonas del organismo.
Remedio casero para dejar de fumar #3: Lavar y cortar en pedazos pequeños una raíz de jengibre. Masticar, con lentitud, cada vez que se sienta ganas de fumar. Sin embargo, este remedio no debe ser realizado por personas con problemas de presión arterial alta, úlcera gástrica o por embarazadas.
Remedio casero para dejar de fumar #4 Masticar semillas de uva, ya que, su sabor, reduce el deseo de fumar.
Remedio casero para dejar de fumar #5 Tomar un baño caliente todas las noches mitiga la irritabilidad que causa la abstinencia al tabaco.
Remedio casero para dejar de fumar #6 Masticar un trozo de zanahoria y, luego, chupar un trocito de canela en rama.
Remedio casero para dejar de fumar #7 Tomar algo helado. Una vez se deje de fumar, puede que la persona sienta su boca pastosa, o le duela la garganta, las encías o la lengua, En estos casos, puede tomar agua helada o un jugo de fruta con bastante hielo.
Remedio casero para dejar de fumar #8 Tomar el jugo de medio limón durante tres días. Luego, realizar lo mismo pero con un limón entero durante seis días. Luego tomar el jugo de un limón y medio durante diez días. Practicar este remedio sólo por 19 días consecutivos. Este remedio ayuda a combatir el deseo de fumar, pero no debe ser realizado por personas con problemas en el hígado o con úlceras. Conoce más remedios para dejar en fumar que se pueden elaborar en casa.
Recomendaciones y trucos para dejar de fumar
Para reducir al mínimo los síntomas de abstinencia y no subir de peso, se recomienda poner en práctica los siguientes pasos.
Cambiar de marca. Pocas semanas antes de iniciar el proyecto de dejar de fumar, se recomienda cambiar a una marca que contenga menos nicotina que la que se fuma. Igualmente, resulta útil no inhalar profundamente, pues ello anula el propósito.
Quizá te interese conocer
Quizá te interese conocer Dieta para los exfumadores
Fumar medio cigarrillo. Se aconseja fumar la mitad de cada cigarrillo; o hacerlo sólo durante ciertos momentos del día; o establecer un límite cada vez más bajo en la cantidad diaria que fuma. Cuando se haya reducido a cinco o seis cigarrillos, dejar de hacerlo totalmente.
Realizar ejercicio para controlar las alteraciones de humor que causa la abstinencia a la nicotina y evitar, a la vez, subir de peso cuando se deja de fumar. Se puede aumentar la cantidad de ejercicio aeróbico. Si se camina 20 minutos tres veces por semana, puede incrementar a 30, o seguir con los 20, pero cuatro veces por semana.
Tomar, una vez por semana, el dinero ahorrado de no comprar cigarrillos y gastarlo en algo que se quiera. Es importante al tratar de dejar de fumar, procurar realizar algunas actividades agradables como ir de compras, ir al cine, entre otros, dentro del periodo de transición, de tal manera que no se sienta privación alguna.
Comer sensatamente entre horas. Se recomienda tener muchos tentempiés de pocas calorías a la mano como frutas, vegetales crudos cortados, paquetes pequeños de pan sin levadura, leche descremada, ya que de esta forma, se podrá comer más sin subir de peso. Sin embargo, se recomienda no comer automáticamente, se puede probar beber un refresco sin calorías, o, mejor aún, agua con un popote.
Quizá te interese conocer remedios para la ansiedad al dejar de fumar
Usar la imaginación. Para contrarrestar los síntomas de la abstinencia, puede imaginarse en un lugar tranquilo y agradable. Igualmente, puede relajarse respirando de la siguiente forma: inhalar profunda y lentamente, contar hasta diez y exhalar. Repetir cinco veces.
Evitar, principalmente en las primeras semanas, situaciones que se asocien con los cigarrillos, como por ejemplo, el alcohol y otros fumadores
Consumir chicles o caramelos duros sin azúcar para redirigir la fijación oral que supone el consumo de tabaco. Esto puede evitar también la ganancia de peso.
Practicar terapias conductuales Para estas intervenciones, se emplea una gran variedad de métodos, desde material de autoayuda hasta terapia cog-nitiva-conductual, para enseñar a las personas a detectar las situaciones y escenarios que las incitan a fumar. Se busca brindarles ayuda para el desarrollo de estrategias alternativas que les eviten recaer en el hábito; adicionalmente, se aportan diversas herramientas para manejar el estrés, entre otras habilidades que adquiere el fumador para resolver y atacar su problema..
Deja un comentario