Trucos para limpiar de emergencia un vestido de novia
Toda mujer es feliz cuando lleva su vestido de novia, pero de pronto puede que, accidentalmente, alguien derrame sobre el impecable traje una copa de vino tinto o un aderezo de ensalada.
Esta situación puede representa una gran pesadilla para todas las novias. Por ello, es necesario prever la situación. Si va a celebrar su boda próximamente, esté preparada para que una “rociada” de este tipo no sea capaz de estropearle ese día tan soñado. Para ello, estudie estas sugerencias, que le presentamos a continuación:
Conozca de antemano cuál es la tela que va a tener su vestido de novia. Consulte con la persona que lo esté haciendo acerca del material con que está elaborado su traje de novia.
Pídale a su vendedor que le sugiera cuál es el mejor método de limpieza para su vestido, teniendo en cuenta la calidad de su tela. Quizás sea sólo el lavado en seco, o quizás usted pueda, por su propia cuenta, eliminar las posibles manchas que lo ensucien durante la ceremonia y la recepción.
Si se mancha, debe actuar rápidamente para evitar, por todos los medios, que ésta se asiente.
No restriegue la zona afectada ni ta someta al calor. En su lugar es preferible una nueva “rociada”, pero esta vez, con el fin de eliminar la mancha. ¿De qué tipo? Eso depende de la naturaleza del manchón.
Combata con agua las manchas que sean solubles en ella. Entre éstas figuran las de champán, vino, las bebidas en general (sodas, jugos y refrescos) y las huellas de la sudoración. Todas ellas se disuelven con el agua, por muy rebeldes que parezcan. Siga este procedimiento:
1. Coloque una toalla debajo de la tela.
2. Pase por encima de la mancha una pieza de tejido o toalla humedecida, preferiblemente, con una solución ligera de detergente o vinagre y agua.
3. No restriegue, ya que puede destruir las fibras de la tela —especialmente las más delicadas— de que están hechos la mayoría de los vestidos de bodas.
4. En cuanto la mancha se desaparezca, ayude a secar el tejido, aplicándole papel toalla o una toalla seca, para que absorba la humedad y evitar así que deje la huella de un anillo.
Si la mancha de vino es muy pronunciada, o parece rebelde, usted puede optar por otra técnica: derrame sal humedecida sobre la zona manchada, después espere a que la sal se seque y luego sacúdala.
Para las manchas que tienen una composición de grasa, es necesario que las quite con un disolvente de lavado en seco. Por lo general, dan buenos resultados los disolventes del lavado en seco para combatir las manchas de pintura de labios, los cosméticos en general, el chocolate, los aderezos de las ensaladas y la mayoría de los alimentos.
Estos limpiadores disolventes se pueden encontrar en el mercado en forma de líquido o de atomizador, y se venden en envases pequeños. Téngalos siempre a mano: en un caso de apuro, una pequeña aplicación “funciona” y la hace salir del apuro.
Para eliminar manchas extra-fuertes de grasa, coloque por el frente de la tela un papel toalla y por el reverso del tejido frote con una toalla o paño limpiador que contenga un disolvente de limpieza o quitamanchas, en un movimiento constante que vaya desde el centro hasta los bordes de la mancha. Complete su trabajo con agua y jabón. Después ayude a secar la tela.
Las telas delicadas tiene que tratarlas con mucho cuidado. El tafetán, por ejemplo, se puede rajar o quedar arrugado. Cuando vaya a eliminar la mancha asegúrese de que la tela de tafetán se encuentra bien extendida.
La seda puede limpiarse con ácidos o alcalinos suaves. Por ejemplo, con agua y unas gotas de vinagre disueltas en ella.
Deja un comentario