Remedios caseros para el pie de atleta

Los pies, al estar expuestos el sudor, los zapatos cerrados y fibras sintéticas entre otros, es una de las partes del cuerpo más predispuesta al contagio de hongos o micosis.

El pie de atleta es una infección causada por un hongo que usualmente se situada en la zona interdigital de los dedos de los pies (aunque también puede expanderse a otras área del cuerpo como las uñas de los pies, de las manos, el cuero cabelludo y los lugares húmedos como las axilas o los genitales)

Esta infección empieza por un prurito o picor al tiempo que la piel se vuelve roja y se recubre de una escama opalescente. La dolencia es muy contagiosa.

Existen simples remedios caseros que pueden eliminar fácilmente el pie de atleta, sin necesidad de recurrir a preparados farmacéuticos fungicidas, que a menudo incluyen derivados de corticoides.

Remedios caseros

Remedio casero para el pie de atleta #1: Machacar en un mortero 1 diente de ajo pelado con 1 cucharada de llantén fresco. Aplicar una pequeña cantidad de esta mezcla directamente sobre la zona afectada y recubrir con una tirita o un esparadrapo. Dejar actuar la cataplasma durante 1 hora. Luego, lavar cuidadosamente la piel y aplicar el aceite de almendras dulces.

Remedio casero para el pie de atleta #2: Remojar los pies infectados en agua salada (una cucharadita de sal común por cada taza de agua) por 10 minutos. Luego secar y poner directamente sobre el pie de atleta una pasta de bicarbonato de soda y agua. Después enjuagar y seca.

Remedio casero para el pie de atleta #3: Remojar los pies con una fuerte solución de vinagre de sidra de manzana o agua de canela preparada hirviendo a fuego lento una docena de ramitas de canela en seis tazas de agua durante cinco minutos, y se deja en reposo hasta que se enfríe un poco.

Remedio casero para el pie de atleta #4: Cubrir con gel de áloe vera, jugo de cebollas o aceite de vitamina E dos veces al día..

Remedio casero para el pie de atleta #5: Preparar un ungüento hecho con 1/4 de taza de lanolina, dos cucharadas de aceite de hígado de bacalao, una cucharada de polvo de ajo y otra de miel y aplicar sobre el pie de atleta.

Remedio casero para el pie de atleta #6: Mezclar 1/2 taza de vodka con veinte dientes de ajo, y una cucharadita de canela molida y otra de clavos de olor molidos, en una botella de vidrio oscuro.

Cubrir bien y dejar reposar durante dos semanas, sacudiendo la botella un día sí y un día no. Luego aplicar en los pies.

Remedio casero para el pie de atleta #7: Hervir 25 g de ortigas y 25 g de hojas de malvavisco en un litro de agua durante 10 minutos. Dejar enfriar hasta la temperatura corporal y colar en un recipiente lo bastante grande para introducir en él los pies, añadir agua lo suficiente para que cubra los pies y llegue hasta los tobillos. Bañar los pies durante 10 minutos, esponjarcon agua fresca y secar cuidadosamente

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Remedio casero para el pie de atleta #8: Verter en 1/2 litro de agua 50 gramos de tomillo y 2 cucharadas de manzanilla y hervir por 15 minutos. Pasado ese tiempo, agregar 1/2 litro de vinagre de manzana, un puñadito de canela en polvo y otro de sal marina. Colocar la preparación en un recipiente suficientemente ancho para que los pies puedan sumergirse con facilidad. Lavar los pies 2 veces a día; una por la mañana y por lanoche por 15 minutos, Al final, secar bien los pies

Remedio casero para el pie de atleta #9: Verter 10 gotas de aceite de árbol del té en una pequeña tina llena con agua caliente. Sumergir los pies en este líquido por un lapso de 10 a 20 minutos. Secar bien los pies, en especial la zona comprendida entre los dedos.

Remedio casero para el pie de atleta #10: Verter 5 gotas de aceite de árbol del té, 4 gotas de aceite de pachulí y 2 gotas de aceite de mirra en una pequeña tina llena con agua caliente. Mantener los pies sumergidos en esta fórmula durante 10 a 20 minutos. Secar bien los pies.

Remedio casero para el pie de atleta 11: Verter 60 mililitros de aceite de almendra (aceite base) en un recipiente limpio y agregar 6 gotas de aceite de mirra, 10 gotas de aceite de árbol del té, 6 gotas de aceite de tomillo y 8 gotas de aceite de eucalipto. Mezclar bien los ingredientes. Aplicar algunas gotas de esta preparación directamente sobre el área afectada, asegurándose primero de que los pies se encuentren limpios y secos. Usar esta mezcla antes de ponerse los zapatos..

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Recomendaciones
Existen varias recomendaciones para prevenir el pie de atleta como los siguientes:

Realizar un lavado diario, un secado cuidadoso y la aplicación de talco en los pies, ya que la falta de higiene constituye un terreno abonado para la aparición del pie de atleta.

Los calzados deben ser bien ventilados y que se les dé el suficiente tiempo para secarse antes de volverse a usar.

Mantenga una dieta balanceada y tome suplemenos vitamínicos del complejo B

Debido a que los hongos habitan con frecuencia en los vestidores y baños públicos, siempre utilice zapatos o sandalias cuando se encuentre en tales sitio.

Para evitar una nueva infección, se debe:

Aplicar desinfectantes dentro de los zapatos (o limpíelos por dentro con vinagre blanco) tan pronto como se los quite
Tomar duchas en lugar de baños de tina,
Usar toallas de algodón una sola vez, y lleve calcetines o medias que puedan ser lavados en agua muy caliente y con cloro.

¿Es realmente pie de atleta?
Esta irritación tal vez no sea pie de atleta si:

Se encuentra en el pie de un niño. (Resulta muy poco frecuente que un niño que no haya llegado a la pubertad tenga una infección micótica en el pie).
Se localiza en la punta de los dedos. (Las erupciones en las puntas de los dedos y de los pies tal vez se deban a cierta modalidad de dermatitis por contacto causada por el material del calzado).
El pie está rojo, inflamado, presenta dolor y úlceras reventadas. (Quizá se trate de una manifestación aguda de dermatitis y debe usted consultar a un médico).

Consulte a su médico si:

La inflamación se traduce en incapacidad.
Ocurre inflamación en el pie o la pierna en cualquier momento durante el ataque y le sobreviene fiebre.
Aparece pus en las ámpulas o en la piel agrietada.